Arterapia, el Arte de vivir en mí


El Arterapia es un método de autoconocimiento a través de la creación artística.
Bernie Siegel dice que “El arte es una vía para conocer lo que creemos de verdad”.

¿Por qué la necesidad de autodescubrirnos?
La necesidad de conocerse, o descubrirse se puede despertar en una persona en cualquier momento de su vida, unas veces puede ser por una situación extrema como puede ser una crisis existencial, una depresión o un acontecimiento en la vida que provoca algún desequilibrio, o algo parecido…, a veces no tiene por que despertarse por una situación problemática, sino por esa necesidad del ser humano de comprender, entender el sentido de la vida, la búsqueda de la verdad, o la necesidad de completarse como ser espiritual, que yo entiendo que todo esto está dentro de lo que llamamos crecimiento personal.
Crecemos siendo profundamente nosotros mismos, no siendo distintos de quienes somos realmente.
Este conocimiento de uno mismo es uno tomar conciencia de nuestros pensamientos, emociones, sentimientos, aprender a escuchar el cuerpo, re-encontrarnos con nuestras raíces, conectar con lo que nos está pasando justo en este momento presente.
Si no nos hacemos conscientes de nuestras raíces, llegando a reconciliarnos con nuestro pasado, aceptando plenamente quienes somos, poco podremos llegar a vivir intensamente nuestro presente y a liberar nuestro espíritu.
Sanar nuestro ego, conocernos a nosotros mismos, desvelar las trampas de nuestra personalidad, descubrir cual es nuestra motivación más profunda para actuar como actuamos, como se establecen ciertas pautas mentales que nos llevan a dar vueltas en un círculo vicioso induciéndonos a comportamientos compulsivos.
Con la autoobservación, el trabajo personal, entre otras cosas, buscamos poder lograr la mejor versión de uno mismo, de integrar nuestra sombra, de iluminar la oscuridad, de forma que podamos brillar en todo nuestro esplendor con la virtud con la cual hemos sido bendecidos. La autoobservación nos ayuda a hacernos responsables de nuestros propios actos.
Tomar conciencia para responsabilizarnos de nuestra propia vida, pues el conflicto no puede ser resuelto desde afuera sino desde nuestro interior, desde la propia comprensión de nuestras pautas de conducta. La responsabilidad no es un deber, sino un hecho inevitable: somos los hechores responsables de cualquier cosa que hagamos o que permitamos que nos hagan en nuestra vida. Nuestra única alternativa es reconocer tal responsabilidad o negarla. Aceptando la verdad estamos en mejor situación, pues el percatarse nos cura de nuestras propias mentiras.
Conocernos, reconocernos, responsabilizarnos y aceptar quienes somos, aceptar nuestra sombra para poder ver más claro… Nuestra sombra pueden ser esos aspectos que no nos gustan, que nos desagradan, que a veces los vemos claramente en el otro y los rechazamos, no los toleramos, ¿Por qué será? ¿Qué nos recuerda de nosotros? ¿Tal vez nos recuerda que no somos perfectos? Entonces, ¿proyectando en el otro esos aspectos que nos nos gustan de nosotros mismos pueda ser una salida para deshacernos de ellos?. Como canta La Mari de Chambao: "¡Te lo has creído tú!"
Desde el reconocimiento de cómo uno actúa (y cómo nos espejamos en el otro), podemos ir más allá y encontrar el respeto hacia sí mismo, la autoconfianza para dirigirnos hacia lo que queremos descubriendo el orden de nuestras prioridades.
Desde este autoconocimiento y autocomprensión, podemos también entender mejor al otro y aceptarlo como es, con una visión diferente, aunque a veces muy parecida, porque aunque somos iguales o muy parecidos, también somos diferentes.
Sólo nos sentimos plenos cuando contactamos con nuestra motivación interior que hace que nuestra vida tenga sentido.
“Conocer bien a otros es inteligente, conocerse a sí mismo es sabiduría”.
Albert Einstein
“Cuanto más conoces de tí mismo, más puedes relacionarte con los demás desde una posición de confianza, seguridad y forrtaleza”
.Weisinger
El arterapia es un camino profundo y sencillo para descubrir quienes somos a través del ARTE.
Nos proporciona una oportunidad de expresión y comunicación no verbal, por un lado mediante la implicación para solucionar conflictos emocionales como para fomentar la autoconciencia y desarrollo personal. Se trata de utilizar el arte como vehículo para el autodescubrimiento.
El Arterapia utiliza la creación artística como vehículo para favorecer el contacto con uno mismo, el despertar de la conciencia, de lo que somos y de lo que necesitamos, así como la expresión emocional y la resolución de conflictos que nos impiden desarrollarnos de una manera sana y equilibrada. El lenguaje simbólico de las creaciones artísticas nos permite acceder de una manera amena y lúdica a elementos que están “camuflados” en nuestro inconsciente y que, de otro modo, no nos permitiríamos abordar. Las obras realizadas y también el proceso de creación de las mismas, nos dan las claves para acercarnos a nosotros mismos de una manera flexible y no amenazante.

Permite abordar el trabajo personal de una manera lúdica y creativa, a través del símbolo o la metáfora, favoreciendo un espacio intermedio entre la realidad y la no realidad, un contexto de seguridad en el que dejarse sorprender por lo que emerge en cada aventura creativa.
La persona que quiera beneficiarse de los efectos del Arterapia no necesita poseer aptitudes artísticas, ya que no es una forma de educación artística, no se persigue una finalidad estética ni mejorar las técnicas artísticas. Se busca centrarse en el proceso creativo en sí mismo, como vía de comunicación, sin juzgarlo de una forma crítica, ni técnicamente.